lunes, 4 de agosto de 2008

conservación de los recuerdos/tortugas y cronopios






" Los famas para conservar sus recuerdos(... )los envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y los colocan parados contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Kilmes",o "Frank Sinatra".
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios dejan los recuerdos sueltos por la casa(...)y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen:"No vayas a lastimarte"(...)


Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio".


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"Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural.


Las esperanzas lo saben, y no se preocupan.


Los famas lo saben, y se burlan.


Los cronopios lo saben, y cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una golondrina"


martes, 29 de julio de 2008

Datos interesantes para cronopios


Julio Cortázar nació en Bruselas en 1914. En realidad, la mayor parte de su vida está ligada a París -donde trabajó como traductor- y a Buenos Aires, así como a muchos otros países de América latina.

Lo más conocido de sus escritos son relatos y novelas aunque para él todos sus libros tienen un componente enormemente creativo y lúdico -como en "Rayuela", "la vuelta al día en 80 mundos" o "Los autonautas de la cosmopista"-.

En sus novelas muestra las cosas importantes: el jazz -compara su proceso creativo con el del músico de jazz-, la exploración y observación desde perspectivas nuevas, el sentido del humor -cuando se refiere a los lectores "full-time"- del amor y el sexo, siempre impregnados del componente mágico y creativo -todos pensamos que "la maga" de la que habla en "Rayuela" tuvo que existir de algún modo-. También fue un cronopio comprometido con la política, aun a riesgo de ser criticado por ello cuando muchos otros ya habían empezado a "mirar para otro lado y seguir el nuevo lado crítico"; probablemente esos que le criticaron tenían razón pero a un cronopio siempre le pasan cosas de este tipo y suele estar siempre "en el lugar inadecuado en el momento inadecuado" desde el punto de vista de los famas, siempre tan razonables y "con los pies en la tierra". Quizá por todo esto a un cronopio raramente le darán un premio Nóbel, aunque ciertamente ellos están preocupados y concentrados en otras cosas que a los famas -candidatos perfectos para el reconocimiento- consideran propias de personas "que no han sabido madurar". Así, uno de los pocos premios que le han dado: la "Orden de la independencia cultural Rubén Darío", en Nicaragua, seguramente no ha beneficiado mucho a lo que los famas llaman "su carrera". De hecho, como diría otro ilustre cronopio en una de sus canciones, Silvio Rodríguez: "descubrí que vivir era un vértigo y no una carrera".

Conceptos como el de "inmortalidad", "pasar a la historia"...seguro que no le interesaban lo más mínimo, aunque el día 12 de febrero de 1984 fue un día muy triste para muchos de nosotros, ya que Cortázar no podía seguir imaginando e inventando más palabras con las que llenarnos la vida.

martes, 10 de junio de 2008

cómo viajan los cronopios/filantropía de los famas



"Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos...Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos... Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados.

Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a ver porque ellas no se molestan"


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"Los famas son capaces de gestos de una gran generosidad, como por ejemplo cuando este fama encuentra a una pobre esperanza caída al pie de un cocotero, y alzándola en su automóvil la lleva a su casa y se ocupa de nutrirla y ofrecerle esparcimiento hasta que la esperanza tiene fuerza y se atreve a subir otra vez al cocotero. El fama se siente muy bueno después de este gesto, solamente que no se le ocurre pensar que dentro de pocos días la esperanza va a caerse otra vez del cocotero.

Los cronopios no son generosos por principio. Pasan al lado de las cosas más conmovedoras, como ser una pobre esperanza que no sabe atarse el zapato y gime, sentada en el cordón de la vereda. Estos cronopios ni miran a la esperanza, ocupadísimos en seguir con la vista una baba del diablo. Con seres así no se puede practicar coherentemente la beneficencia, por eso en las sociedades filantrópicas las autoridades son todas famas..."